La obesidad y el sobrepeso es un tema que ha sido tratado por la Organización Mundial de la Salud desde hace décadas cómo una emergencia mundial por las diferentes implicaciones y riesgos para la salud que esta conlleva, de hecho la Asociación Americana de Medicina para la Obesidad la define como una condición crónica multifactorial que provoca un efecto en el desequilibrio metabólico en donde el exceso de tejido graso causa que el organismo esté en un estado de inflamación por tiempo prolongado teniendo como consecuencia las diferentes enfermedades a las que se asocia como por ejemplo diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares e inclusive depresión.
En la República Dominicana la prevalencia de obesidad según el Sistema de las Naciones Unidas es de un 26.9%, una cifra alta que permite verlo como un problema de Salud Pública.
La obesidad ha sido el centro de atención en tiempos de pandemia, la razón principal es que se han hecho algunos estudios en donde se sugiere su probable relación con desarrollar COVID severo.
Una revisión publicada en la Revista de Endocrinología, Diabetes y Nutrición recopila los diferentes estudios en donde se ha observado la relación, los mismos fueron realizados en Wuhan (China) y en Nueva York.
Los datos arrojados por los estudios de China mostraron que el 88,24% de los pacientes fallecidos por COVID tenían obesidad. En Nueva York, aunque las cifras son distintas muestran porcentajes significativamente altos ya que el 48% de los pacientes ingresados a cuidados intensivos tenían obesidad. Estos estudios deben ser interpretados con cautela y se requiere de más investigaciones para tener conclusiones más acertadas, sin embargo, han abierto el camino para estudiar: ¿Por qué las personas con obesidad pudieran tener mayores complicaciones ante la enfermedad?…
La obesidad es considerada un estado – PROINFLAMATORIO DE BAJO GRADO – en donde una de las principales consecuencias es lo que se conoce como “ DESREGULACIÖN DE LA RESPUESTA INMUNOLÖGICA”, en pocas palabras el sistema inmune secreta sustancias inflamatorias sin ningún tipo de control, esta desregulación es también uno de los mecanismos que provoca el coronavirus y actualmente se conoce cómo el mecanismo principal por el cual produce tantas complicaciones a corto y largo plazo en los pacientes.
Por otro lado, en la obesidad se ve afectada la capacidad de defensa de los linfocitos, una de las principales células defensoras del organismo.
Por último, cabe destacar que la obesidad severa usualmente tiende a presentar mayores dificultades respiratorias porque hay una resistencia del flujo del aire, menor expansión del tórax que afecta directamente la capacidad pulmonar.
Aunque en el país aún no contamos con estudios dónde se relaciona la obesidad, a casos severos de coronavirus, si contamos con las cifras actuales de la prevalencia de esta condición en nuestro país y en definitiva los efectos que la misma puede tener. También contamos con la evidencia de otros países.
En conclusión, es importante destacar que el tratamiento de primera línea para las personas con obesidad y sobrepeso son los cambios en el estilo de vida, es decir la nutrición, la actividad física y los hábitos saludables. Por lo que es recomendable ante la situación de pandemia enfocarnos en el tratamiento nutricional de pérdida de peso para todas aquellas personas que lo necesiten, promover además el consumo de alimentos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que sean ricos en omega 3, zinc, vitamina C y D; es conveniente recomendar disminuir el consumo de alimentos procesados y altos en azúcares, por su efecto proinflamatorio y además promover la actividad física en espacios seguros.
