Uno de los principales motivos de consulta médica y ausentismo laboral es el dolor de espalda. Esas sensaciones de inflamación, punzones, contracturas, dolor a la flexión y extensión del cuerpo son el resultado en la vasta mayoría de los casos, de malas posturas al dormir, al trabajar, al realizar oficios domésticos, al cuidar seres queridos incapacitados y al sobrepeso.
Vivimos en una sociedad donde el paradigma social actual dicta una premura para obtener las cosas; obtener un diagnóstico rápido, alivio inmediato, curarse de la causa que desencadena el dolor, etc. También somos esclavos de los famosos reportes o lecturas de imágenes (resonancia magnética, tomografía y radiografías), debido a esto le echamos la culpa a las conclusiones de dichas informaciones sin saber que la columna vertebral es el órgano que primero inicia el ciclo de envejecimiento (a partir de los 30 años) y que es normal que desde esa edad estén presentes, a medida que pasa el tiempo, las protrusiones discales (bulging, hernia global o contenida), rectificaciones, deshidrataciones discales, artrosis facetarias, angiomas vertebrales, entre otras cosas. Eso no significa que tengamos una enfermedad de la columna vertebral y mucho menos que esos hallazgos sean la causa del dolor de espalda. En un reporte médico de imágenes queremos encontrar el culpable del dolor, sin saber cómo señalé anteriormente, que en más del 80% de los casos de dolor de espalda los culpables son nuestros malos hábitos posturales, una inadecuada alimentación y el sedentarismo.
ANATOMÍA DE LA COLUMNA VERTEBRAL Y DOLOR DE ESPALDA
El ser humano es el único vertebrado que deambula erguido completamente. Hemos sacrificado biológicamente a la columna vertebral para lograr caminar en dos extremidades. La gravedad, asociada a los distintos movimientos del tronco y las extremidades, ejerce peso, tracción, compresión y distracción de la columna y los músculos paraespinales (los que unen las vértebras con las costillas, la cabeza y las extremidades superiores e inferiores). Cuando llevamos un patrón de movimientos, posturas y alimentación inadecuados de manera repetitiva, los músculos paraespinales se inflaman y se contraen. Esto ejerce influencia en las distintas articulaciones de la columna vertebral generando un estímulo doloroso que regularmente entra en un círculo vicioso crónico que hace cada vez más difícil eliminar el dolor.
Los músculos paraespinales son una masa muscular conexa que se extienden desde el sacro hasta la nuca, por tal razón es lógico que, si tenemos un dolor de espalda a nivel lumbar, pueda extenderse a la región dorsal, al cuello o viceversa. Son dos las posturas que más afectan la espalda; la flexión del tronco (doblarse hacia adelante) y cargar cosas lejos del tronco (aunque no sean muy pesadas). Esas posturas las realizamos todos los días normalmente. Imagine el lector que para el colmo tengamos empleos que involucren hacer eso con más frecuencia (agricultores, conserjes, enfermeras, mecánicos, médicos, albañiles, constructores jornaleros, etc) y que sobre eso tengamos sobrepeso, factores.
Dr. Ismael Peralta
Neurocirujano