El cáncer de mama es el tipo de cáncer que se diagnostica con más frecuencia en las mujeres en todo el mundo; de este, aproximadamente el 61% se encuentra en etapa inicial (en gran parte como resultado de los programas generalizados de detección temprana con mamografía).
Aproximadamente el 8.5% de las pacientes estadounidenses y el 4% de las pacientes europeas son diagnosticadas con cáncer de mama en etapa localmente avanzada (1).
Esta condición clínica se asocia con un mayor riesgo de recurrencia locorregional, metástasis a distancia, calidad de vida reducida y menor supervivencia general. En mi país, República Dominicana, ese porcentaje es mucho mayor (alrededor de un 40%), al igual que otros países en vía de desarrollo (3).
ESTÁNDAR INTERNACIONAL DE ATENCIÓN PARA EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE MAMA DE ALTO RIESGO O ESTADIO AVANZADO
Consiste en quimioterapia neoadyuvante y cirugía, seguida de irradiación de toda la mama/pared torácica. En este contexto, el intervalo de tiempo desde el inicio de quimioterapia (QT) hasta el final de la radioterapia (RT) generalmente es de 6 meses o más. Además de esto, puede ocurrir un alto porcentaje de fibrosis capsular cuando se irradian implantes mamarios cuando se realiza reconstrucción inmediata, en el momento de la mastectomía. La mayoría de estas desventajas podrían evitarse mediante el uso de radioterapia preoperatoria.
La evidencia disponible sobre la RT preoperatoria en cáncer de mama es aún pobre, aunque varias revisiones indican que puede mejorar la supervivencia y reducir la toxicidad a largo plazo en pacientes con un mayor riesgo de recurrencia, pero falta evidencia que utilice tecnología de radiación moderna, por consecuente las guías e indicaciones de su uso no están bien definidas ni estandarizadas, sobre todo en el cáncer de mama en estadio temprano.
La radioterapia preoperatoria ya es el estándar de atención en varias entidades tumorales (cáncer de recto, carcinoma de esófago, cáncer de pulmón y sarcoma de tejido blando). En este sentido, aunque la terapia sistémica suele ser el primer enfoque, más de un tercio de las pacientes pueden no retener buena respuesta (5). Cuando prevalecen los criterios de inoperabilidad, la RT debe usarse para reducir la estadificación del tumor. Actualmente, la RT neoadyuvante puede ser aplicable para el cáncer de mama inoperable para permitir una cirugía eficaz y en algunos casos, más conservadora. Además, existe el beneficio de erradicar la enfermedad micrometastásica oculta. Este proceso puede facilitar la terapia personalizada y permitir la identificación de factores pronósticos así como predictores de respuesta.
En principio, la radioterapia preoperatoria se investigó en la década de 1980 para permitir la cirugía conservadora, pero hay pocos datos disponibles sobre su función antes de la mastectomía y sobre las tasas de remisión patológica completa logradas con este protocolo. La radioterapia adyuvante desempeña un papel importante en el tratamiento de los cánceres de mama y proporciona un beneficio para el control local, supervivencia libre de enfermedad y la supervivencia global. Se han demostrado remisiones completas con RT sola; esto plantea la cuestión de si la RT preoperatoria debería utilizarse actualmente en estrategias de tratamiento combinado.
En sentido general, se utiliza en pacientes con tumores de gran tamaño, donde el cirujano mastólogo- oncólogo no puede realizar una cirugía óptima, o cuando la quimioterapia no ha obtenido buena respuesta en tumores localmente avanzados. Esta decisión, por supuesto, debe ser siempre tomada en un comité multidisciplinario. En nuestro país hemos obtenido buenos resultados en reducir el tamaño tumoral con radioterapia preoperatoria, sobre todo cuando utilizamos técnicas avanzadas y disminuimos de esa forma la toxicidad.
Dra. Nathalie González Cazaño
Oncólogo